Lo que más sorprende de las personas que
siguen las normas de los valores de este
mundo, es que pierden la salud para ganar
fama y dinero.
Después pierden todo su dinero para intentar
recuperar la tranquilidad y la salud.
Por su orgullo y ambición, no disfrutan del
presente, por lo que no viven ni su presente,
ni su futuro. Y viven como si no tuviesen que
morirse nunca, y mueren sin haber vivido
nunca tranquilos ni felices. Deseamos darles
la guía, para que los que lo deseen, puedan
cambiar a tiempo.